martes, 26 de enero de 2010

Los fansubs, el fuego que quema (3)

Y con ésta, finalizamos las tres partes de la crítica a los fansubs, su uso y lo que comportan.

3. Las editoriales y distribuidoras

Con el increíble incremento de los fansubs y scanlations, las empresas han reducido sus ventas y ahora no hacen más que llorar por su triste destino, el de sucumbir ante el implacable poder de internet. ¿Pero de verdad tienen la culpa los fansubs del estrepitoso fracaso de las empresas distribuidoras? No del todo.

Como he expuesto en las anteriores dos entradas, los fans y los propios fansubs son los primeros que no hacen ningún bien a la industria cuando descargan las series y luego no son consecuentes con ello (es decir, que no compran la serie si les gusta). Sin embargo, las propias empresas de distribución tampoco hacen bien su trabajo y luego intentan quitarse el muerto de encima echándoles las culpas a los aficionados. Sin duda, el inicio de todo fue hace unos ocho o diez años, cuando empezaron a aparecer las primeras ediciones de anime en DVD. Los discos apenas contenían dos o tres capítulos y los vendían a precio de oro, con lo que las distribuidoras se ganaron el título de "estafadoras", un título que caló hondo entre los aficionados y parece que ha condicionado su comportamiento hasta nuestros días.

Sesenta euros la caja porque lleva una figura del palo, hay que ver...

Sí, es ridículo escudarse en los métodos de venta de antaño, pero es que la cosa no ha evolucionado mucho. Vas a las tiendas y sigues viendo DVD con cuatro capítulos cagaos a veinte euros. ¿Quién es el loco que compra eso? Y las famosas ediciones de coleccionista no son mucho mejores. Después de vender un riñón y parte del hígado para poder pagar lo que vale una de estas cajas, es indignante ver que lo que te han vendido como la "edición definitiva" sólo es la misma edición integral que te habría costado la mitad pero con cuatro postales (con screens del palo sacadas de la serie, nada de ilustraciones), un póster diminuto y una camiseta de mala calidad. Pues no sé vosotros, pero a mí me parece una estafa. Para mí una buena edición de coleccionista es la que lleva libretos informativos, entrevistas, audiocomentarios y documentales sobre la serie o película en cuestión. Si no se puede disponer de ese material (entiendo que está sujeto a lo que proporcionen los propios japoneses), pues mejor que lancen una buena edición integral que saldrá más barata y venderá más que la otra, pero lo que no pueden es maquillar el producto y luego quejarse de que no vende, porque no somos tontos.

Y cuando todos se han arruinado con las tres cajas de la edición de coleccionistas, la serie entera por 100€. Tócate los huevos...

La calidad es otro de los temas en los que fallan las ediciones de ahora. Lejos del eterno debate sobre los doblajes, es evidente que los fansubs han alcanzado un nivel de profesionalidad impensable tiempo atrás. ¿Cómo esperan competir contra un producto que no sólo es gratuito, sino que tiene mil veces más calidad de imagen, lleva efectos y colorines en los subtítulos, y que técnicamente es superior en todo al suyo? Debería darles vergüenza que un trabajo realizado por aficionados (que no han cobrado nada por ello, todo sea dicho) sea muchísimo mejor que el suyo, que es oficial.

Las editoriales de manga están empezando a sufrir también los efectos de los scanlation, pero parece que les va un poco mejor. Sin embargo, el alto precio de los tomos les está jugando una mala pasada y deberían pensar en algo antes de quedarse a dos velas. Una rebaja en la calidad del papel abarataría costes y haría más asequibles las series, como ya se hace en otros países, aunque aquí entraría el factor del aficionado: después de la mala acogida de la línea económica de Planeta, uno se pregunta si es que se ha obrado mal o es que los compradores son imbéciles, directamente.

Las empresas tienen que evolucionar, tienen que mejorar su producto y encontrar un medio de distribución que les salga más rentable, pero sobre todo tienen que dejar de lloriquear y de echarle la culpa a los aficionados y a los fansubs. En todo caso, deberían invertir esas fuerzas en negociar con los japoneses, porque todos sabemos (ellos los primeros) que son los que no les dejan buscar nuevas formas de expandirse y los que les ponen las verdaderas trabas para todo. Tienen que aprender a convivir con los fansubs, puede que incluso a formar una simbiosis. ¿Vendería Glénat tantos tomos de si no fuera por los fansubs? ¿Conocería alguien Death Note si no fuera por los scanlation? Está claro que no. Las empresas se aprovechan del estudio de mercado que forman y luego dicen que sólo les estorban. Menuda panda de hipócritas, ¡si prácticamente se mantienen gracias a ellos, son los que están alimentando la industria! Señores, no sigan ofuscándose en un modelo de mercado obsoleto, busquen nuevas vías de venta (como el ejemplo de Crunchyroll) y dejen de echarles las culpas a otros por un trabajo que han hecho mal ustedes mismos.

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